Adolescentes Inmigrantes Trabajaron en Empleos Riesgosos en Procesadoras de Productos Del Mar en New

Publish date: 2024-08-13

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September 18, 2023

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Matar. Limpiar. Repetir.

Nathanael aprendió rápidamente la rutina. Arrancar las patas de un cangrejo. Limpiarlos con cepillos de alambre giratorios gigantes. Tiralos por un conducto. Repetir.

“A veces, cuando matas un cangrejo, salpica el cerebro”, dijo. “Cuando le quitas el caparazón, todo salpica”.                                                                                                                             

Nathanael dijo que comenzó a trabajar en The Atlantic Red Crab Co., en New Bedford, MA, el otoño pasado cuando tenía 14 años. Dijo que trabajó junto a su primo, Joel, quien entonces tenía 16 años. Tres trabajadores dijeron a The Public’s Radio haber visto a adolescentes matando, limpiando y pesando cangrejos en la planta.

Los adolescentes guatemaltecos habían llegado recientemente a Estados Unidos después de cruzar nadando la frontera con México. Un miembro de la familia dijo que los primos solicitaron ingreso a una agencia de empleo utilizando identificaciones falsas y que la agencia, Workforce Unlimited, Inc., los había enviado a trabajar en la planta. Los adolescentes dijeron que habitualmente trabajaban 12 horas al día, a veces siete días a la semana, ganando $16.50 dólares la hora.

“Con el tiempo, haciéndolo todos los días, el cuerpo no puede soportarlo”, dijo Joel.

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Nathanael muestra una foto que dice haber tomado cuando trabajó en The Atlantic Red Crab Co., cuando tenía 14 años. (Nadine Sebai para The Public’s Radio)

Las experiencias de Nathanael y Joel no son únicas. The Public’s Radio entrevistó a más de dos docenas de adolescentes inmigrantes que describieron trabajar largas horas cortando cabezas de salmón, quitando espinas de bacalao y limpiando langostas en procesadoras de productos del mar en New Bedford. El olor a pescado ーdijeron, se les pegaba a su ropa y piel, incluso después de bañarse.

Los adolescentes describieron haber trabajado en la industria desde 2016. Varios dijeron que trabajaban los turnos nocturnosy apenas dormían antes de despertarse para ir a la escuela al día siguiente, donde tenían dificultades para mantenerse despiertos en clase. Los adolescentes describieron haber trabajado en la industria desde 2016.

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El Departamento del Trabajo de los Estados Unidos está investigando a Atlantic Red Crab y Workforce Unlimited por posibles violaciones de leyes sobre empleo infantil, pago de horas extras y antirepresalias, según documentos que obtuvo The Public’s Radio. El Departamento del Trabajo también está investigando a Sea Watch International, una procesadora de almejas con sede en Maryland, que tiene una planta en New Bedford.

Jon Williams, President of The Atlantic Red Crab Company, poses for a photo at the company headquarters in New Bedford, Massachusetts on September 6, 2023. The company relies on temporary workers from area temp agencies to staff their seafood processing facilities. A large contingent of the workers are immigrants from Central America. Photo by Matthew Healey for The Public’s Radio

Jon Williams, Presidente de The Atlantic Red Crab Co. (Matthew Healey para The Public’s Radio)

En mayo, investigadores del Departamento del Trabajo encontraron a un joven de 16 años trabajando en una de las plantas procesadoras de Atlantic Red Crab, según la compañía. En una entrevista, al dueño, Jon Williams, dijo que el adolescente, a quien sacaron inmediatamente, fue contratado a través de una agencia de empleo.

“No es que yo haya contratado a esta persona, sino que la agencia de empleo las envió a mi edificio”, dijo. “Y sí, esa persona trabajaba en mi edificio. No puedo negarlo. Pero a veces tengo 150 personas trabajando en mi edificio y todas usan redecillas y cubrebocas. Por eso es bastante difícil distinguir a un joven de 18 años de uno de 16 años”.

Cuando se le preguntó sobre Nathanael y Joel, dijo: “Si eso sucedió, no lo sabía en absoluto. Y también diré que no apoyaríamos ese tipo de cosas.”

Agregó que los trabajadores que usan identificaciones falsas “nos mienten que son legales y que tienen 18 años.”

Sea Watch declinó hacer comentarios. Workforce Unlimited no respondió a nuestros correos electrónicos, mensajes de texto, ni llamadas.

Un portavoz del Departamento de Trabajo no confirmó ni comentó sobre la investigación.

Entrance to the staffing agency, Workforce Unlimited, in Johnston, Rhode Island.

Entrada a la agencia de empleo, Workforce Unlimited, en Johnston, Rhode Island. (Jodi Hilton para The Public’s Radio)

The Public´s Radio pasó dos años investigando si niños inmigrantes trabajaban en procesadoras de productos del mar en New Bedford. Con el apoyo de la serie FRONTLINE de PBS, los corresponsales revisaron más de dos mil páginas de documentos y hablaron con más de 100 fuentes.

Ingresó un Un número récord de menores sin acompañantes, más de 250,000, remove ingresaron a losa Estados Unidos durante los años fiscales 2021 y 2022, incluyendo a Nathanael, Joel, y muchos de los adolescentes que entrevistó The Public’s Radio. La mayoría de estos niños inmigrantes son de centroamérica; muchos huyen de la pobreza y violencia.

Según las normas de inmigración estadounidenses, los adultos indocumentados (y los niños que viajan con sus padres u otros familiares adultos) a menudo son rechazados en la frontera. No ocurre lo mismo con los niños inmigrantes que llegan solos. Por ley, las autoridades federales tienen “la custodia y deben brindar cuidado a cada niño sin acompañante”.

El aumento sin precedentes, ha expuesto las fallas en las agencias responsables de proteger a los menores sin acompañantes. La revisión de expedientes judiciales e informes de inspección, junto con entrevistas de docenas de abogados,  reguladores actuales y anteriores, partidarios y maestros,  revelan un sistema de supervisión mal preparado para detener el flujo de niños inmigrantes que acaban en empleos peligrosos.

En los últimos dos años, investigadores estatales y federales han encontrado niños inmigrantes trabajando en turnos nocturnos en empacadoras de carne en ocho estados y fabricantes de autopartes en Alabama. En julio, murió un inmigrante guatemalteco de 16 años  cuando quedó atrapado en una máquina en una procesadora de aves de corral en una planta en Mississippi.

“Las empresas están explotando a los niños como fuente de mano de obra barata y aprovechándose de su desesperación financiera”, dijo la representante Kathy Castor, demócrata por Florida, en una audiencia reciente del Congreso sobre supervisión de niños inmigrantes “No debe tolerarse este tipo de explotación infantil.”

La mayoría de los adolescentes dijeron que fueron contratados a través de agencias de empleo que suministran trabajadores a las procesadoras de productos del mar. Algunos ni sabían los nombres de las empresas donde trabajaban ni las agencias que los contrataban. Casi todos los adolescentes dijeron que solicitaron empleo con identificaciones falsas que demostraban que tenían más de 18 años.

La ley federal prohíbe a los jóvenes de 14 y 15 años trabajar en cualquier entorno de fabricación, incluyendo procesadoras de productos del mar. En Massachusetts, a jóvenes de 16 y 17 años no se les permite trabajar más de 9 horas al día, más de 48 horas a la semana o después de las 10 de la noche en las noches de escuela. El Estado de Massachusetts tiene reglas más estrictas para menores de 14 y 15 años.

“No me sorprende” que haya adolescentes inmigrantes trabajando en procesadoras de productos del mar, dijo Carlos Matos, director de distrito de Boston de la División de Horas y Sueldos del Departamento del Trabajo, en una entrevista antes de que The Public’s Radio se enterara de la investigación en curso. Otros reguladores estuvieron de acuerdo.

Sin embargo, dijeron que a menudo sus agencias no tienen personal adecuado para encontrar transgresiones a menos que los trabajadores se quejen, y la gran mayoría tiene demasiado miedo para hablar. Ese planteamiento, dijeron funcionarios y expertos, no es suficiente para proteger a los niños inmigrantes.

Seafood processing plants at the Port of New Bedford, Mass. in July.

Procesadoras de productos del mar en el Puerto de New Bedford, Mass. en Julio. (Jodi Hilton para The Public’s Radio)

The Public´s Radio no está usando los nombres completos de Nathanael y Joel por ser menores de edad. La organización de noticias tampoco identifica a los otros adolescentes que hablaron con los periodistas porque tienen casos pendientes de inmigración o eran menores de 18 años cuando se les entrevistó. La mayoría de las entrevistas se realizaron en español.

Todos los adolescentes dijeron que tenían que trabajar para saldar deudas con contrabandistas, enviar dinero a sus familias o mantenerse a sí mismos. Ninguno podría afrontar la espera de meses para obtener un permiso que les permitiera trabajar legalmente en los Estados Unidos. Los adolescentes dijeron que sentían que trabajar en procesadoras de productos del mar era la única manera de ganar dinero.

“No están viviendo el sueño americano”, dijo Liz Lozada, asesora de servicios escolares que asesora a los estudiantes de New Bedford High School, muchos de los cuales trabajaron en procesadoras de productos del mar, un trabajo que ella misma ocupó alguna vez. “Están viviendo la pesadilla americana.”

Cruzando la frontera nadando

Nathanael mide alrededor de 5’5″, con cabello espeso, castaño oscuro, con raya a un lado. Dijo que sus compañeros de trabajo pensaban que tenía 12 años, pero él les dijo que simplemente era bajito.

Joel es más alto, seguro de sí mismo, y le encanta jugar fútbol.

Los primos acordaron hablar oficialmente con The Public’s Radio, con el permiso de su patrocinador, después de reunirse con investigadores del Departamento del Trabajo.

El año pasado, Nathanael se fue de Mazatenango, una pequeña ciudad agrícola, en Guatemala donde vivió con su familia, para escapar de una pandilla que, según dijo, lo habían estado presionando para que vendiera drogas.

Su primo Joel se había mudado a México unos años antes, huyendo de las mismas presiones. Su tía llevó a Nathanael a México. Desde ahí, pagó a contrabandistas para que lo llevaran a Tijuana, donde Joel, que entonces tenía 15 años, vivía con un amigo.  Para mantenerse, Joel dijo que trabajó en construcción y de mecánico de automóviles.

Los primos decidieron cruzar juntos la frontera estadounidense por la noche, desde una playa en Tijuana.

Había marea alta cuando se adentraron en el frío Océano Pacífico, dijo Joel. No sabía nadar y la corriente era fuerte. Temblaba mientras agarraba la mano de Nathanael, pero las olas lo jalaban hacia abajo.

“En algún momento caí en un hoyo que era muy profundo”, dijo Joel. “Realmente pensé que iba a ser el fin.”

Una ola ya había llevado a Nathanael a la orilla.

“Cuando volteé hacia atrás, vi a Joel ahogándose”, dijo el primo menor. Corrió para ayudarlo, pero Joel logró salir del agua.

“Luego comenzamos a correr antes de que nos rodeara la migra ”, dijo Nathanael.

Después de que Nathanael y Joel llegaron al sur de California, los primos dijeron que los detuvieron agentes federales y los enviaron a refugios en diferentes estados.

The wall between the U.S.-Mexico border at Playas de Tijuana.

Muro entre la frontera E.E.U.U. y México en Playas de Tijuana. (iStock.com/grandriver)

Muchos niños inmigrantes que ingresan solos a los Estados Unidos pueden permanecer en el país mientras soliciten asilo u otras formas de ayuda migratoria. Una vez que los agentes federales los detienen, los envían a refugios que están bajo la jurisdicción de la Oficina de Rehubicación de Refugiados (ORR-por sus siglas en inglés), una rama del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos.

Mientras los menores sin acompañantes esperan en los refugios, los trabajadores sociales de la ORR identifican y evalúan a posibles tutores adultos, llamados patrocinadores. Los patrocinadores se comprometen a apoyar económicamente a los niños inmigrantes.

Después de que los niños se mudan con sus patrocinadores, muchos se ven presionados para trabajar. A muchos adolescentes de New Bedford los liberaron para enviarlos a hogares donde ya era difícil que les alcanzara el dinero. Algunos patrocinadores ganan solamente $500 dólares a la semana, según documentos del gobierno obtenidos por The Public’s Radio.

En una declaración, un portavoz de la ORR dijo que la agencia solo entrega menores sin acompañantes a patrocinadores que han determinado que pueden apoyar al niño física y mentalmente y que la agencia carece de la autoridad para brindar asistencia económica a familias de bajos recursos.

A medida que un número sin precedentes de niños ha cruzado la frontera en los últimos años, el gobierno federal abrió nuevos sitios de admisión de emergencia, que han sido examinados a profundidad por exponer niños a daños físicos y emocionales.

En febrero, The New York Times reveló que, bajo la presión de la administración Biden para liberar rápidamente a los niños de los refugios, la ORR ignoró o pasó por alto las advertencias y envió a adolescentes inmigrantes a vivir con adultos que esperaban que trabajaran.

En marzo, la administración Biden anunció que brindaría más apoyo a los menores sin acompañantes después de su liberación, ayudándolos a acceder a servicios médicos, legales y de otro tipo en sus nuevas comunidades. Más niños están recibiendo ese apoyo, pero partidarios de la inmigración dicen que esas medidas por sí solas no protegerán a los menores sin acompañantes de la explotación laboral.

Una vez que los adolescentes inmigrantes son entregados a sus patrocinadores, no pueden trabajar legalmente, por lo menos no de inmediato. Pueden solicitar asilo o un estatus especial de inmigrante juvenil, entre otras vías que pueden conllevar a un permiso de trabajo. Sin embargo, eso puede tardar más de un año.

Varios adolescentes también dijeron que contrataron a un abogado de inmigración para ayudarlos a navegar ese proceso, que puede costar miles de dólares. Joel dijo que nunca tuvo un abogado porque no podía costear uno. (Partidarios en la comunidad de New Bedford dicen que hay escasez de abogados de inmigración pro bono en el área). Para pagar sus cuentas que cada vez son mayores, muchos adolescentes recurren a amigos y familiares para que los ayuden a obtener identificaciones falsas y encontrar trabajo a través de agencias de empleo.

Después de un mes y medio de estar separados, Nathanael y Joel volvieron a encontrarse en Providence, RI, y se mudaron a un departamento con su madrina, la hermana de Nathanael, sus dos hijos pequeños y otro pariente.

Los primos dijeron que comenzaron a buscar trabajo tan pronto como llegaron a Providence, porque querían mantenerse a sí mismos lo más posible.

Nathanael, 15, puts on his nephew’s shoe inside their apartment in Providence, RI, in June.

En junio, Nathanael, de 15 años, mete el zapato de su sobrino dentro de su apartamento en Providence, RI. (Jodi Hilton para The Public’s Radio)

Un miembro de la familia dijo que Workforce Unlimited envió a Nathanael y Joel a trabajar en Atlantic Red Crab antes de que completaran una solicitud de empleo o proporcionaran documentos de identificación. Al día siguiente de que un familiar llamó a la agencia de empleo, llegó una camioneta y los llevó a trabajar en una procesadora de productos del mar, dijeron.

“Simplemente nos subimos a la camioneta y nos llevaron al lugar de trabajo”, dijo Joel. "Simplemente nos dijeron: 'Este va a ser tu trabajo'”. 

The Public’s Radio no pudo determinar cuántos niños trabajan o han trabajado en plantas procesadoras de productos del mar en los últimos años. Los menores entran y salen de trabajos temporales, donde, con sus identificaciones falsas, los contratan como adultos. Otras personas en sus vidas, desde patrocinadores hasta familiares y maestros, saben que están trabajando y necesitan que trabajen o dudan en hacer cualquier cosa que pueda poner en peligro sus trabajos y hacer la vida de los niños más difícil.

“Este sistema de inmigración en Estados Unidos está totalmente estropeado", dijo Helena DaSilva Hughes, presidenta del Centro de Asistencia para Inmigrantes en New Bedford.

20,000 libras de cangrejo

Atlantic Red Crab invitó a The Public’s Radio a recorrer su planta y ver sus operaciones.

Una mañana de septiembre antes del amanecer, un barco pesquero de color verde oscuro llamado Hannah Boden llegó a un muelle estrecho en el puerto de New Bedford y entregó a la procesadora de productos del mar más de 20,000 libras de cangrejo rojo. Es una carga liviana, el barco puede transportar más del triple de esa cantidad.

Hombres, llamados estibadores, suben al barco atracado y bajan por una escalera hasta la bodega de pescado, donde se paran encima de una pila de cangrejos vivos. Comienzan a arrojar los cangrejos en grandes recipientes de plástico; cada uno pesa alrededor de 100 libras. Un sistema de poleas hace subir los contenedores al muelle, donde los trabajadores los llevan a la procesadora, los pesan, y los apilan en una tarima. Luego, los contenedores se trasladan a un congelador cercano en espera de procesamiento o envío.

Crew members from the crab boat Hannah Boden help bring crates of Atlantic red crab onto the dock of The Atlantic Red Crab Company in New Bedford, Massachusetts on September 6, 2023. The company relies on temporary workers from area temp agencies to staff their seafood processing facilities. A large contingent of the workers are immigrants from Central America.

Los miembros de la tripulación del barco cangrejero, Hannah Boden, descargan su pesca en el muelle de The Atlantic Red Crab Co. en New Bedford, Massachusetts el 6 de septiembre, 2023. (Matthew Healey para The Public’s Radio)

Alrededor de las 7 am, un grupo de trabajadores llega al edificio azul bajo donde Atlantic Red Crab procesa productos del mar. Llevan cubrebocas y redecillas para el cabello; botas y batas hule; y delantales desechables sobre la ropa.Tienen edades variadas: el mayor parecía tener unos 50 años. Un fuerte olor a marisco pulula en el aire.

Un ruido constante emana del equipo más destacado de la planta: la máquina que utilizan los trabajadores para matar y limpiar cangrejos. La máquina está en el centro de la línea de procesamiento. Las estaciones de trabajo a ambos lados están equipadas con una protuberancia metálica triangular y dos cepillos de alambre giratorios.

Ésta es la planta donde Nathanael y Joel dicen haber trabajado, y el trabajo de procesamiento que presenció The Public’s Radio, se parecían mucho al que describieron los primos en las entrevistas.

Un trabajador lleva algunas cajas de cangrejo a la línea de producción a la vez y las carga en una banda transportadora. Los trabajadores sacan una caja de la banda cuando llega a su estación. Luego, agarran un cangrejo, lo golpean contra la protuberancia de metal mientras le arrancan las patas, matan al cangrejo y arrojan el caparazón superior a un contenedor de basura, antes de limpiar las patas contra los cepillos de alambre giratorios. Todo el proceso dura unos segundos.

Luego, los trabajadores arrojan las patas limpias por una segunda banda transportadora, donde el agua las rocía antes de dejarlas fuera de la línea de producción en recipientes de plástico más pequeños y de colores brillantes. Las patas se envían a una milla y media de distancia, a la segunda planta procesadora de la empresa, para ser cocinadas y empaquetadas.

A worker moves a crate of crab legs before adding ice to them at The Atlantic Red Crab Company in New Bedford, Massachusetts on September 6, 2023. The company relies on temporary workers from area temp agencies to staff their seafood processing facilities. A large contingent of the workers are immigrants from Central America.

El 6 de septiembre, un trabajador llena recipientes de plástico con patas de cangrejo limpias en The Atlantic Red Crab Co. en New Bedford, Massachusetts. (Matthew Healey para The Public’s Radio)

Los trabajadores que mataban, limpiaban y cocinaban los cangrejos eran temporales y eran contratados a través de una agencia de empleo, según Dawn McFarland Walsh, directora de operaciones de la empresa. A menudo, los trabajadores temporales superan en número a los empleados de tiempo completo en la empresa, dijo.

Atlantic Red Crab ha dependido durante mucho tiempo de agencias de empleo para proporcionar trabajadores para sus plantas procesadoras, dijo Williams, el dueño de la empresa. Sus necesidades de mano de obra fluctúan periódicamente dependiendo de la cantidad de cangrejo que haya que procesar. Cada día, la empresa determina cuántos trabajadores necesitará al día siguiente.

“Podemos llamar a la agencia de empleo y decir que necesitamos 20 personas mañana", dijo Walsh. “No puedo hacer eso. No hay otra manera de hacerlo.”

Walsh dijo que las agencias de empleo cobran un margen de aproximadamente el 34% de los sueldos por hora. Aún así, es menos costoso pagar esas tarifas para tener una fuerza laboral flexible que contratar empleados de tiempo completo, dijo.

Dijo que le sorprende que el Departamento del Trabajo esté investigando a Atlantic Red Crab por posibles violaciones laborales, dado que la empresa no contrata a muchos de sus trabajadores directamente.

“No estábamos seguros por qué nos señalan a nosotros, considerando que estábamos contratando una agencia", dijo Walsh. "Como todo, si contrato a un plomero, espero que haga todo correctamente.”

Dawn McFarland Walsh, Chief Operating Officer at The Atlantic Red Crab Company, poses for a photo at the company headquarters in New Bedford, Massachusetts on September 6, 2023. The company relies on temporary workers from area temp agencies to staff their seafood processing facilities. A large contingent of the workers are immigrants from Central America.

Dawn McFarland Walsh, directora de operaciones de The Atlantic Red Crab Co. (Matthew Healey para The Public’s Radio)

Sin embargo, los expertos en derecho laboral dicen que las empresas deberían ser responsables de las acciones de las agencias de empleo y de los subcontratistas que contratan. Algunas agencias federales y los tribunales en Massachusetts pueden tratar tanto a las agencias de empleo como a las compañías donde colocan a empleados como “empleadores colectivos” si se cumplen con ciertas condiciones.

En febrero, el Departamento del Trabajo dijo que hacer cumplir las leyes sobre empleo infantil requiere responsabilizar tanto a las agencias de empleo como a las empresas donde colocan a los trabajadores.

En un comunicado, Marty Walsh, entonces Secretario del Trabajo y exalcalde de Boston, dijo: “Muy a menudo, las compañías miran hacia otro lado y alegan que su agencia de empleo o su subcontratista o proveedor es el responsable. Todos tienen una responsabilidad en esto.”

‘¿Cuándo es tu cumpleaños?’

Atlantic Red Crab también tiene contrato con Superior Temps, una agencia de personal con sede en New Bedford, según Walsh. Lucio Avila, presidente de Superior, dijo que investigadores del Departamento de Trabajo fueron a su agencia en mayo.

“Les brindamos toda la información sobre todos los que trabajan para nosotros y varios clientes diferentes a los que atendemos”, dijo Ávila. “Y no nos encontraron ningún defecto, porque número uno: tenemos una política de que no contratamos a nadie menor de 18 años”.

The Public’s Radio revisó las identificaciones falsas utilizadas por dos adolescentes que solicitaron trabajo en Superior Temps. La agencia de empleo envió a ambos adolescentes a trabajar en plantas procesadoras de productos del mar, colocando a uno en Atlantic Red Crab. Los corresponsales revisaron los recibos de pago de los adolescentes, que incluían nombres en sus identificaciones falsas, y confirmaban sus edades; y otros detalles personales revisando sus actas de nacimiento.

El gobierno federal dice que los empleadores deben revisar los documentos que proporcionan los solicitantes de empleo y aceptar aquellos que “parezcan razonablemente legítimos”, pero no espera que las empresas sean “expertos en documentos”. Massachusetts y Rhode Island son de los varios estados que no exigen que las empresas privadas utilicen E-Verify, que es un sistema que puede comprobar si un número de seguro social es válido, pero no puede identificar si le pertenece a la persona que lo utiliza.  

“No se espera que ningún empleador, agencia de empleo o cualquier otro sea experto en fraude”, dijo Stephen Dwyer, presidente de American Staffing Association (Asociación Norteamericana de Personal), una organización comercial que representa a la industria. “Pero se espera que cumplan con el estándar legal de saber si algo parece razonablemente válido a primera vista.”

Un reclutador de una agencia de empleo de New Bedford dijo que los solicitantes que parecen menores de 18 años con frecuencia llegan buscando trabajo con identificaciones falsas. El reclutador les pregunta: "¿Cuál es tu cumpleaños?”. A menudo, no se recuerdan la fecha de nacimiento en sus identificaciones falsas.

“Nuestra respuesta es: 'Si no sabes tu fecha de nacimiento, entonces no podemos'", dijo el reclutador .

The Public’s Radio acordó no identificar al reclutador ni a la agencia que los emplea para proteger su trabajo. (No es Workforce Unlimited ni Superior Temps).

El reclutador, que trabajó en el procesamiento de productos del mar cuando era menor de edad, dijo que algunas empresas de productos del mar le dicen a la agencia de empleo que no les importa si los trabajadores usan identificaciones falsas. Otros, dijo el reclutador, están más atentos.

En la Zona Costera

New Bedford’s waterfront.

Zona costera de New Bedford. (Gretchen Ertl para The Public’s Radio)

Los barcos pesqueros que entran y salen del puerto de New Bedford ayudaron a mover casi 570 millones de dólares en productos del mar en 2021, la captura más valiosa del país, según un informe del gobierno federal. A lo largo de la zona costera se encuentran varias plantas procesadoras de productos del mar, donde los trabajadores cortan, filetean y empaquetan pescado capturado localmente o importado de otras regiones, que luego se vende en los EE. UU. y en todo el mundo.

Algunas de las plantas, incluyendo a Atlantic Red Crab, están ubicadas a lo largo del Herman Melville Boulevard de New Bedford, una calle amplia que lleva el nombre del autor de Moby-Dick. Melville ambientó los primeros capítulos de su novela, publicada en 1851, en New Bedford, entonces el centro de la industria ballenera.

En la década de 1900, la industria textil impulsó la economía de la ciudad, y niños inmigrantes habitualmente trabajan 10 horas al día en las textileras. Sus condiciones laborales contribuyeron a que la Legislatura de Massachusetts aprobara una ley en 1913 que prohibía a los niños menores de 16 años trabajar más de ocho horas al día.

Young workers in New Bedford’s Wamsutta Mill in 1912.

Trabajadores jóvenes en Wamsutta Mill en New Bedford en 1912. (Lewis Hine, Biblioteca del Congreso, División de Impresiones y Fotografías, Colección del Comité Nacional de Empleo Infantil)

A medida que cerraron las textileras, se expandióla flota de barcos pesqueros de New Bedford. Una amplia oferta local de vieiras (scallops) impulsó ese crecimiento. Las procesadoras de productos del mar llegaron para apoyar la creciente industria marítima.

Durante años, la gran mayoría de los trabajadores de procesadoras de productos del mar en New Bedford estaban sindicalizados. Pero a lo largo de la década de 1980, en medio de huelgas locales de trabajadores de procesadoras y pescadores, y en el contexto del debilitamiento de la mano de obra organizada en todo Estados Unidos, se desplomó la afiliación a sindicatos locales.

“Estos trabajos eran muy calificados, muy respetados y muy bien remunerados”, dijo Corinn Williams, directora del Centro para el Desarrollo Económico de la Comunidad, un grupo que trabaja con inmigrantes en el área de New Bedford. “Se le compensaba a la gente y había fuertes protecciones sindicales.”

A mediados de 1990, inmigrantes centroamericanos recién llegados consiguieron trabajo en procesadoras de productos del mar, donde podían aprender en el trabajo y no necesitaban hablar inglés. Hoy día, ya no existen los sindicatos y muchos de los trabajos son temporales, para los cuales se contrata mediante agencias de empleo. The Public’s Radio ha identificado a por lo menos siete agencias que han proporcionado trabajadores para compañías procesadoras de productos del mar.

“Esto mantuvo la oportunidad abierta para mucha explotación laboral y muchas condiciones abusivas en muchas de estas compañías,” dijo Williams.

Más de 3,600 personas trabajaron en plantas procesadoras de productos del mar en Massachusetts y Rhode Island en 2022, según el Buró de Estadísticas Laborales, pero esa cifra no incluye a trabajadores temporales contratados mediante agencias de empleo. Los datos del buró tampoco incluyen información detallada sobre las industrias a las que las agencias de empleo envían trabajadores. El número de estos trabajadores puede variar en la temporada, aunque algunas de las personas que se contratan mediante las agencias de empleo, han trabajado en la misma planta por años.

El número de trabajadores temporales en los Estados Unidos ha crecido dramáticamente en las últimas dos décadas. En todas las industrias, las empresas han adoptado las agencias de empleo como una forma de reducir los costos laborales y facilitar la contratación o recorte de trabajadores rápidamente. Al subcontratar su contratación y descargar la responsabilidad de verificar los documentos de elegibilidad de los trabajadores, las empresas pueden intentar reducir su responsabilidad, dicen los expertos legales.

A nivel nacional, los trabajadores temporales a menudo ganan salarios más bajos que los empleados de tiempo completo y tienen menos probabilidades de que reciban prestaciones tales como tiempo libre con paga o planes de jubilación, según expertos en materia laboral y varios informes de investigación. Los reguladores actuales y anteriores dijeron que las violaciones de las leyes laborales son más comunes en industrias que dependen de agencias de empleo y trabajadores inmigrantes.

“Es un modelo de negocios casi preparado para que se infrinja”, dijo David Weil, exadministrador de la División de Horas y Sueldos del Departamento del Trabajo de Estados Unidos. "Se puede empezar a aprovecharse del grupo de trabajadores más vulnerable que tenemos en este país, que son los niños".

Hace una década, Massachusetts aprobó la Ley del Derecho de los Trabajadores Temporales. La legislación exige que las agencias de empleo se registren en el estado y proporcionen a los empleados información básica sobre sus asignaciones laborales.

La ley fue la primera en el país destinada a proteger a los trabajadores temporalesy abrió la puerta para que dichos trabajadores demandaran a sus empleadores por cuestiones como las tarifas de transporte.

En 2020, un grupo de empleados de Workforce Unlimited presentó una demanda colectiva en contra de Workforce Unlimited y Sea Watch. La demanda alega que, durante años, la empresa de empleo les cobró tarifas excesivas por los viajes hacia y desde el trabajo en Sea Watch, lo que hizo que su sueldo por hora estuviera por debajo del salario mínimo, en violación de la ley estatal.

Los trabajadores argumentaron que tanto la procesadora de productos del mar como la agencia de empleo eran sus empleadores y, como resultado, ambos eran responsables. Los expedientes judiciales muestran que en enero, Workforce Unlimited y Sea Watch llegaron a un acuerdo preliminar extrajudicial de $450,000 dólares. Ambas empresas negaron haber actuado mal.

Nathanael y Joel dijeron que Workforce Unlimited les cobró $12 por día por el viaje en la camioneta que los llevaba y recogía del trabajo. Los días de pago, dijeron, la camioneta llevaba a todos los trabajadores a una tienda de cambio de cheques en Providence. Allí, el conductor llevaba sus cheques adentro y luego regresaba con efectivo para cada trabajador, menos las deducciones por el viaje y el costo por el canje del cheque.

Trabajos peligrosos

Algunas veces, sin previo aviso, Nathanael y Joel dijeron que el conductor de la camioneta los llevó a una planta procesadora de productos del mar en Rhode Island. Ahí, Nathanael que pesaba calamares en un congelador. No llevaba un suéter para abrigrarse, pero dijo que no podía irse.

“No podía irme de ahí, así que tuve que aguantarme”, dijo Nathanael.

Al final de sus turnos, llegaba una camioneta para llevarlos a casa. Llegaban mucho después del anochecer, comían, se bañaban y dormían unas horas antes de volver ir a trabajar a la mañana siguiente .

En 1938, el congreso aprobó la Ley de Normas Justas de Trabajo, que incluyó las primeras protecciones federales permanentes para niños en el lugar de trabajo. El Departamento del Trabajo está investigando si las dos procesadoras de productos del mar y Workforce Unlimited han cumplido con la ley.

Durante varias décadas, el gobierno federal, implementó una serie de regulaciones conocidas como Órdenes para Ocupaciones Peligrosas, que prohíben a los jóvenes de 16 y 17 años trabajar en ciertas industrias de alto riesgo. Una de las órdenes prohíbe a estos adolescentes trabajar en plantas empacadoras de carne y mataderos, pero no aplica a dichos adolescentes que trabajan en plantas procesadoras de pescado y marisco.

Las Órdenes para Ocupaciones Peligrosas también prohíben a menores de edad usar cierta maquinaria pesada. Pero los investigadores evalúan qué es lo que hace un menor exactamente con dicha maquinaria caso por caso, según el Departamento del Trabajo.

A principios de la década de 2000, partidarios de la salud infantil presionaron al Departamento del Trabajo para que ampliara esas reglas para prohibir a los jóvenes de 16 y 17 años trabajar con maquinaria pesada en plantas procesadoras de mariscos. Pero en 2010, el Departamento del Trabajo rechazó su petición, porque “no se presentaron datos sobre el nivel de empleo juvenil en esa industria o las tasas de lesiones experimentadas por esa industria”.

Según varias agencias federales de salud, los niños no deberían trabajar en industrias que sean peligrosas para los adultos. En 2021, la Oficina de Estadísticas Laborales informó que el riesgo de lesiones o enfermedades en el procesamiento de pescado era más del doble del promedio de todas las industrias.

Nathanael y Joel dicen que usaban botas de hule pesadas para evitar caerse en el piso resbaladizo por la grasa de cangrejo y guantes de hule gruesos para protegerse las manos de las pinzas que les atrapaban los dedos.

Nathanael dijo que aprendió a tener cuidado al usar la máquina con cepillos de alambre giratorios para limpiar cangrejos. Si sus manos se acercaban demasiado, temía que la máquina pudiera agarrarle el guante o, peor aún, su piel.

“Si no lo colocas bien corres el riesgo de perder algo de piel de la mano”, afirmó.

Rubber boots that Nathanael said he wore to keep from falling on the slippery processing plant floor.

Nathanael dijo que usaba botas de hule para evitar caerse en el piso resbaladizo de la planta procesadora (Jodi Hilton para The Public’s Radio)

Los trabajadores de las plantas procesadoras de mariscos de New Bedford perdieron las yemas de los dedos a causa de maquinaria pesada, se rompieron huesos y sufrieron quemaduras químicas, según documentación que se obtuvo de la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional. La agencia ha multado a varias procesadoras en New Bedford por violaciones de salud y seguridad en años recientes.

En junio, OSHA anunció anunció que pasaría los próximos cinco años inspeccionando periódicamente a las procesadoras de productos del mar de Nueva Inglaterra en un esfuerzo por hacer el trabajo más seguro. La agencia intentó un enfoque similar en 2011, según documentos que obtuvo The Public’s Radio. Según OSHA, la tasa de lesiones en procesadoras de productos del mar sigue siendo firmemente alta .

Los registros de OSHA muestran que dos hombres murieron a causa de las lesiones que sufrieron mientras trabajaban en Sea Watch durante la última década, uno en 2014 y el otro en 2019.Ambos habían sido contratados a través de Workforce Unlimited.

OSHA multó a Sea Watch con un total de $35,879 por ambos incidentes. Según la agencia, en 2014, Sea Watch empleó a 15 empleados de tiempo completo, y contrató a 185 trabajadores temporales mediante Workforce Unlimited. La agencia de empleo pagó $5,131 en multas en el caso de 2014.

“Es como una gota en el balde”, dijo Adrián Ventura, director ejecutivo del Centro Comunitario de Trabajadores, una organización partidaria en cuestiones laborales para inmigrantes en New Bedford. "No es nada”.

Las pequeñas sanciones por infracciones laborales en las agencias federales contribuyen poco al cambio delas prácticas comerciales, dijeron expertos y partidarios en cuestiones laborales.  Actualmente, la multa máxima por infracciones relacionadas con el trabajo infantil es de $15,138 dólares por niño.

Es “el costo de hacer negocios”, dijo Terri Gerstein, directora del Proyecto de Aplicación Estatal y Local del Centro para una Mano de otra y Economía Justa de la Facultad de Derecho de Harvard.

En febrero, el Departamento del Trabajo pidió al congreso que aumentara las sanciones civiles para las empresas que emplean a menores de edad. Desde 2018, la agencia ha visto un aumento del 69% en violaciones de empleo de menores, lo que la agencia reconoce que coincide con la entrada de niños inmigrantes.

Ese llamado se produce cuando varios estados han relajando o están considerando relajar las leyes sobre empleo infantil. En Iowa, la gobernadora firmó un proyecto de ley en mayo que permite a jóvenes de 14 y 15 años hacer ciertos trabajos en refrigeradores de carne y lavanderías industriales. En Minnesota, un proyecto de ley permitiría a jóvenes de 16 y 17 años trabajar en la construcción.

Desde la pandemia de COVID-19, las empresas de todo el país han tenido dificultades para cubrir puestos de trabajo, especialmente en industrias de bajos salarios. Weil, exadministrador del Departamento del Trabajo, dijo que los empleadores ven a los adolescentes como una fuente disponible de mano de obra barata.

“Es una forma de evitar la necesidad de aumentar los salarios", afirmó. "Es una forma de no idear otras formas de aumentar la oferta laboral legalmente”.

‘Un sistema terrible’

Maestros, partidarios y trabajadores sociales en New Bedford dijeron a The Public's Radio que sabían que los adolescentes inmigrantes trabajaban turnos largos en trabajos riesgosos en plantas procesadoras de productos del mar. Pero adulto tras adulto dijeron que temían hacer cualquier cosa que pudiera poner en peligro los trabajos de los que dependían estos adolescentes para mantenerse a sí mismos y a sus familias en sus países .

“Si de repente, mañana, las procesadoras de productos del mar decidieran despedir a todos los que están aquí, entonces los dejaríamos sin nada”, dijo Hughes, partidaria de la inmigración. (Mucha gente local se refieren a las plantas procesadoras de productos del mar como “procesadoras de productos del mar”).

Pero en 2019, Hughes habló: informó a la Procuraduría General de Massachusetts, que hace cumplir las leyes sobre empleo infantil en el estado, en cuanto a menores sin acompañantes que trabajan en plantas procesadoras de productos del mar. Algunos adolescentes, dijo, trabajaban hasta altas horas de la noche y se quedaban dormidos en sus clases de bachillerato.

Hughes esperaba que informar a la Procuraduría General podría presionar a las empresas pesqueras para que mejoraran las condiciones laborales en las plantas. En ese entonces, Maura Healey estaba a cargo de la procuraduría, quien ahora es la gobernadora del estado.

“No es que ellos iban a perder sus trabajos", dijo Hughes.

Helena DaSilva Hughes, president of Immigrants Assistance Center in New Bedford, MA.

Helena DaSilva Hughes, presidenta del Centro de Asistencia para Inmigrantes en New Bedford, MA. (Jodi Hilton para The Public’s Radio)

Las agencias estatales y federales dependen en gran medida de que los trabajadores se presenten para abrir investigaciones sobre posibles violaciones laborales y para comprobarlas. Pero la investigación muestra que en todas las industrias, es poco probable que los trabajadores vulnerables y con salarios bajos se quejen ante reguladores de sus condiciones laborales. Quizás teman perder sus trabajos o poner en peligro sus casos de inmigración, o quizás no sepan que pueden presentar una queja.

“En ciertos tipos de casos, es necesario hablar con un trabajador o presenciar la transgresión nosotros mismos para poder probarla”, dijo Lauren Moran, jefa de la División del Trabajo Justo de la Procuraduría General.

El aviso de Hughes no se refería a ningún trabajador específico ni a una planta procesadora de productos del mar. En respuesta, la Procuraduría General realizó una serie de visitas de cumplimiento a plantas procesadoras de productos del mar en New Bedford, según los expedientes que obtuvo The Public’s Radio.

Dichas visitas de la proraduría carecen de la fuerza y ​​el alcance para una investigación completa y son una manera para que una agencia con falta de personal y que recibe más quejas de las que puede investigar, “aproveche los recursos”, dijo Moran”.

Los expedientes muestran que la Procuraduría General visitó 20 plantas de New Bedford en 2019. Una procesadora dijo que había contratado a un joven de 17 años por un corto tiempo durante ese verano. Los investigadores no encontraron evidencia adicional de menores trabajando en procesadoras en el momento de sus visitas, según los correos electrónicos que revisó The Public’s Radio.

Ningún trabajador ofreció información durante esas visitas, dijo Moran. La agencia terminó de realizar las visitas un año después de que empezaron, muestras los correos electrónicos.

Lauren Moran, the chief of the Fair Labor Division at the Massachusetts Attorney General’s office.

Lauren Moran, jefa de la División de Trabajo Justo en la Procuraduría General de Massachusetts. (Jodi Hilton para The Public’s Radio)

En los últimos cuatro años, la Procuraduría ha perseguido agresivamente violaciones de empleo infantil en restaurantes de comida rápida en todo Massachusetts, casos que han resultado en multas de seis cifras a empresas como Dunkin’ Donuts y Qdoba.

En 2020, la agencia encontró más de 13,250 violaciones de leyes laborales en Chipotle, un caso que llegó a un acuerdo extrajudicial por casi $2 millones — la investigación en materia de empleo infantil más grande en la historia de la agencia. Como parte del acuerdo, la empresa acordó pagar $500,000 dólares a un fondo para ayudar a educar a los jóvenes sobre las leyes sobre empleo infantil.

En muchos casos, la Procuraduría comenzó a investigar las cadenas de comida rápida después de que los propios trabajadores –o sus padres– presentaran denuncias. Estas investigaciones a menudo se basan en auditorías de registros de nómina y control de horarios, que, si un niño usa una identificación falsa y fue contratado a través de una agencia de empleo, es poco probable que detecten violaciones laborales, según varios investigadores actuales y anteriores.

“No es como si fueras a encontrar una hoja de cálculo que tenga a todos estos niños con sus edades al lado”, dijo Nancy Leppink, otra exadministradora de la División de Horas y Sueldos del Departamento del Trabajo.

En la respuesta inicial al consejo de Hughes, un funcionario de la oficina del fiscal general expresó interés en reunirse con adolescentes inmigrantes en las escuelas secundarias locales para educarlos sobre sus derechos legales. La agencia también se ofreció a reunirse con los patrocinadores de los adolescentes para "informarles sobre sus derechos y responsabilidades", según correos electrónicos que obtuvo The Public’s Radio. Un portavoz de la agencia confirmó que ninguna de esas iniciativas se implementó.

“Es necesario determinar de manera proactiva dónde están los problemas", dijo Weil, ex administrador del Departamento del Trabajo.

Hay “niños que llegan a las escuelas con quemaduras en las manos porque han estado usando productos químicos”.

Este tipo de investigaciones requieren recursos, principalmente personal, de los que carecen muchas agencias estatales. Moran reconoció que depender principalmente de las quejas es “un sistema terrible”.

“Sabemos que habrá personas de las que nunca sabremos nada", dijo.

Investigadores actuales y anteriores dijeron a The Public's Radio que las agencias encargadas de hacer cumplir la ley no están preparadas para la gran cantidad de menores no acompañados que llegan a los EE. UU. En el año fiscal 2016, más de 59,000 de esos niños entraron al país solos. Para 2022, el doble – más de 128,000 – habían venido a los Estados Unidos. Desde junio, casi 85,000 niños inmigrantes sin acompañantes habían entrado al país durante el año fiscal 2023.

“Estamos preparados para afrontar situaciones normales", dijo J. Adam Strickland, uno de los dos inspectores de trabajo infantil en Alabama. Strickland trabajó en los casos en los que niños inmigrantes de tan solo 13 años trabajaban en una planta de fabricación de automóviles en Alabama que abastece partes a Hyundai.

“En los últimos años se ha producido una situación sin precedentes para la que ninguno de nosotros está preparado, incluido yo mismo”, dijo Strickland.

Un papel ‘crítico’

Nathanael y Joel nunca consideraron quejarse de sus largas horas de trabajo o de las tarifas diarias que pagaban por los viajes en la camioneta que los llevaba y recogía del trabajo.

“Si nos quejábamos, pensábamos que nos despedirían”, dijo Joel. Los adultos con los que trabajaron tampoco se quejaron. “Simplemente seguimos su ejemplo. Si ellos no hablaban, nosotros no hablábamos”.

Eso cambió esta primavera, después de que un miembro de la familia fue a una reunión en CCT, la organización laboral de derechos de los inmigrantes, y se enteró de que el grupo estaba recopilando quejas para llevarlas al Departamento del Trabajo.

En junio, los primos dijeron que los investigadores de la agencia los entrevistaron sobre sus trabajos.

“Les dije que me habían dado un cheque que no estaba a mi nombre y que [Workforce Unlimited] todavía me debía un cheque de pago”, dijo Joel. "Y eso fue todo”.

Durante más de un año, CCT había escuchado las preocupaciones de los trabajadores sobre el robo de salarios y las represalias en Workforce Unlimited, Atlantic Red Crab y Sea Watch, según fuentes con conocimiento de la investigación.

Dos extrabajadores contratados mediante Workforce Unlimited le mostraron a The Public’s Radio Radio los talones de cheques que habían recibido de la agencia de empleo que incluía el nombre de otra persona como beneficiario. Los nombres de los trabajadores estaban escritos a mano en los talones de cheques. La organización de noticias también revisó un cheque de pago a nombre de un trabajador el año pasado que tenía el nombre de otra persona escrito en el talón del cheque. El cheque lo había firmado el presidente de Workforce Unlimited, Andrew Wilkes.

Ventura, director ejecutivo de CCT, dijo que su organización está tratando de apoyar a los trabajadores durante la investigación.

“La gente tiene mucho miedo de que estas empresas o agencias temporales tomen represalias contra ellos, por eso les enseñamos cómo organizarse, cómo pueden sentirse más seguros cuando el gobierno se involucra”, dijo Ventura.

Adrian Ventura, Executive Director of Centro Comunitario de Trabajadores, talks to seafood processing workers at the Iglesia Vision Evangelica in Providence, RI, in July.

Adrián Ventura, Director Ejecutivo del Centro Comunitario de Trabajadores, habla con trabajadores de procesadoras de productos del mar en la Iglesia Visión Evangélica en Providence, RI, en julio. (Jodi Hilton para The Public’s Radio)

Los trabajadores inmigrantes desempeñarán un papel “crítico” en la investigación, según tres cartas obtenidas por The Public’s Radio, que el Departamento del Trabajo (DOL-por sus siglas en inglés) envió al Departamento de la Seguridad de la Patria, que es quien hace cumplir la ley de inmigración. La agencia escribió que necesita que esos trabajadores, muchos de los cuales carecen de autorización legal para trabajar, que participen en su investigación en curso y en cualquier posible litigio, sin temor a ser deportados o poner en peligro sus casos de inmigración.

“DOL está comprometido a proteger a todos los trabajadores en los EE. UU., incluyendo a los trabajadores inmigrantes y con sueldos bajos que se encuentran entre los que corren mayor riesgo de sufrir violaciones de las normas laborales básicas”, decían las cartas del Departamento del Trabajo. “Para cumplir con ese compromiso, debemos protegernos contra el uso del estatus migratorio como herramienta de represalia contra los trabajadores que hacen valer sus derechos legales”.

En enero, el Departamento de Seguridad de la Patria anunció que estaba simplificando el proceso para que las agencias laborales federales y estatales solicitaran protección para “trabajadores no ciudadanos que son víctimas o testigos de la violación de los derechos laborales”.

En las cartas, el Departamento del Trabajo expresó su apoyo a la “discreción procesal” para todos los trabajadores, “actuales y anteriores”, que los haya contratado la agencia de empleo o las procesadoras de productos del mar desde mediados de 2020.

A través de un esfuerzo federal llamado acción diferida, y otras vías, dicha discreción podría otorgar a esos trabajadores dos años adicionales para permanecer en los Estados Unidos mientras continúan con sus casos de inmigración. Los trabajadores también podrían ser elegibles para recibir permisos que les permita trabajar legalmente. 

En un comunicado a The Public’s Radio, un portavoz del Departamento del Trabajo dijo que la agencia "ha apoyado durante mucho tiempo la discreción procesal caso por caso", para promover la aplicación de las leyes laborales.

‘No es la solución’

Partidarios y reguladores coinciden en que mayores esfuerzos para hacer cumplir la legislación laboral por sí solos no detendrán la crisis de empleo infantil que se desarrolla en todo el país.

“Se han perdido muchas oportunidades antes de que ese niño trabajara en el turno de noche en una empresa de productos del mar”, dijo Leppink, exadministrador del Departamento del Trabajo.

Cuando los reguladores descubren violaciones en materia de empleo infantil, a menudo multan a los empleadores y sacan a los niños de sus trabajos. Pero esos niños todavía necesitan dinero. A menos que los adolescentes inmigrantes tengan apoyo económico o una forma de trabajar legalmente, dijo Leppink, los niños seguirán estando en riesgo.

“Tan pronto como ese niño pueda encontrar otro trabajo peligroso, volverá a trabajar, a menos que muchos otros sistemas hayan dado un paso adelante y hayan hecho lo necesario para proteger a estos niños”, dijo. “No es una excusa. Sólo digo que no es una solución”.

Proteger a los niños de la explotación laboral requiere soluciones más profundas al sistema de inmigración, según María José Morales, terapeuta que trabaja con jóvenes a través del Centro de Asistencia a Inmigrantes en New Bedford.

“Realmente espero que el gobierno comprenda que otorgar permisos de trabajo y un camino hacia la ciudadanía es la manera de hacerlo”, dijo Morales, “no sólo para los individuos, sino para el país”.

La abogada de inmigración Ondine Gálvez Sniffin, que representa a dos de los adolescentes entrevistados para este artículo,, dijo que un permiso de trabajo “abre la puerta a muchas cosas”, como un número de Seguro Social, no sólo a mejores oportunidades laborales.

“Les da libertad", dijo Sniffin. "Los convierte en miembros más concretos de la sociedad.”

A principios de este año, la Cámara aprobó un proyecto de ley que incluía disposiciones destinadas a disuadir a menores sin acompañantes a venir a los Estados Unidos en primer lugar. La disposición, que forma parte de un proyecto de ley de inmigración más amplio respaldado por los republicanos, permitiría a los agentes federales deportar a menores sin acompañantes que crucen la frontera más rápidamente. El presidente Joe Biden ha dicho que vetaría el proyecto de ley.

“En un viaje a la frontera el año pasado, le pregunté a un oficial de CBP [Aduanas y Protección Fronteriza] cómo detener el tráfico de niños a este país” Rep. Tom McClintock, R-Calif., dijo en una audiencia del Subcomité Judicial de la Cámara de Representantes en abril. “Su respuesta fue inmediata: regresarlos a casa sanos y salvos”.

En agosto, la Procuradora General de Massachusetts, Andrea Campbell, se unió en firmar una carta dirigida a Seguridad de la Patria de Procuradurías de varios estados solicitando que la agencia facilite el proceso para que los nuevos inmigrantes reciban sus permisos de trabajo.

“La autorización de trabajo para los recién llegados no sólo ayuda a satisfacer estas demandas, sino que también reduce el riesgo de que los trabajadores sean sometidos a salarios inferiores al mínimo, condiciones de trabajo inseguras y otras violaciones de sus derechos laborales”, dice la carta de la procuraduría.

Un portavoz de la agencia dijo que su solicitud se relaciona con todos los inmigrantes que solicitan estatus, incluidos los menores.

The sponsor of an unaccompanied minor sorts through legal paperwork.

El patrocinador de un menor sin acompañante revisa la documentación legal. (Jodi Hilton para The Public’s Radio)

La solicitud siguió a esfuerzo similares de la Delegación del Congreso de Massachusetts. En septiembre, la gobernadora Maura Healey hizo una solicitud similar en una carta propia. La Administración Biden también ha alentado a los nuevos inmigrantes a solicitar una autorización de trabajo.

‘Es muy muy difícil’

En enero, Nathanael y Joel renunciaron a sus trabajos en Atlantic Red Crab. En febrero, comenzaron en Central High School de Providence.

La maestra de inglés como segundo idioma (ESL-por sus siglas en inglés) de Nathanael notó lo enfocado que el alumno de noveno grado parecía incluso después de sus primeros meses en la escuela. A Joel le gustaba conocer a sus compañeros y jugar fútbol en el gimnasio.

La hermana de Nathanael estaba ayudándole económicamente y ayudándolo a solicitar un permiso de trabajo.. Joel, quien no podía costear un abogado, consiguió un trabajo en una pollería, alimentando a los pollos y limpiando.

Los primos disfrutaban pasar su tiempo libre viendo películas de acción. Las favoritas de Joel eran las películas de Rápidos y Furiosos.

Durante el verano, Joel decidió no volver a la escuela. A principios de septiembre salió de New Bedford y se dirigió a California, donde espera documentos de viaje que le permitan regresar a Guatemala. La abuela de Joel, que lo crió, está enferma y él quiere estar con ella.

Nathanael empezó el décimo grado en agosto. Dijo que les diría a los adolescentes inmigrantes recién llegados que eviten trabajar en plantas procesadoras de productos del mar.

“Es muy agotador y el olor es insoportable. Y el sonido de la máquina y estás de pie”, dijo. "Es muy, muy difícil”.

Esta historia es parte de una colaboración entre The Public’s Radio y FRONTLINE’s Local Journalism Initiative, financiada por John S. and James L. Knight Foundation y la Corporation for Public Broadcasting.

Nadine Sebai, Reporter for The Public's Radio, The Public's Radio

Nina Sparling, Reporter for The Public's Radio, The Public's Radio

Bruce Gil

Bruce Gil, Former Digital Reporter, FRONTLINE

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